Blanca como la nieve, roja como la sangre - Alessandro d'Avenia

Ficha técnica:

Título: Blanca como la nieve, roja como la sangre

Autora: Alessandro d'Avenia

Editorial: Debolsillo

Número de páginas: 256

Sinopsis:

La conmovedora historia de un adolescente de 16 años, enfrentado a una difícil experiencia que le lleva a redefinir sus sentimientos en cuanto a amistad y amor, vida y muerte, y a aprender la importancia de cumplir sus sueños. SIEMPRE ME HE PREGUNTADO POR QUÉ EL AMOR Y LA SANGRE SON DEL MISMO COLOR: AHORA YA LO SÉ.

Opinión:

La verdad es que me ha encantado.

Leo nos cuenta su historia, un chico de 17 años normal en apariencia, que no en el fondo.

Tiene las preocupaciones típicas de su edad, sus padres no le entienden, odia las clases porque no le aportan nada, tiene a su mejor amigo Niko, su mejor amiga Silvia y su gran amor, Beatrice.

Ama a Beatrice y a su hermoso pelo rojo, pero nunca ha hablado con ella.

Sin embargo, dos hechos azotan la vida de Leo cambiando todo.

Lo primero es la llegada del nuevo profesor de filosofia e historia, el Soñador.
Y lo segundo es que Beatrice cae enferma de leucemia.

Ha sido una novela preciosa sobre el amor, la amistad, los sueños y la madurez.
Naturalmente también es triste, pero transmite sentimientos positivos.

Beatrice es una criatura dulce y perfecta, representa la paz, la entereza y el valor. Realmente se hace querer y es fácil sentir su dolor.

Leo es un personaje muy humano, un chico cualquiera que no encuentra su camino y que de pronto recibe un duro revés.

Y Silvia, una chica incondicional que demuestra una madurez poco habitual para su edad.

Pero sin duda mi corazón se lo ha ganado el Soñador, el típico profe joven, intelectual e idealista del que me habría enamorado en mi adolescencia. Y es su papel guiar a Leo, obligarle a reflexionar y cambiar su visión de la vida.

Además en el año 2013 se hizo la película del libro, que pienso ver en breves.

Citas:

La madurez no se ve en el deseo de morir por una causa noble, sino en el deseo de vivir humildemente por ella.

Regalar nuestro dolor a los demás es el acto de confianza más hermoso que puede hacerse.

El amor no existe para hacernos felices, sino para demostrarnos cuan fuerte es nuestra 
capacidad de soportar el dolor.

Mi valoración: 5/5