Todos los días desaparecen personas. Las cosas también desaparecen: guantes, móviles, carteras y maletas. En cada caso, alguien queda preguntándose qué habrá sucedido. Desde que su compañera de escuela desapareció cuando ambas tenían diez años, Sandy Shortt ha estado obsesionada con encontrar objetos y personas. Ahora, ya adulta, ha transformado su obsesión en su trabajo: ha montado una agencia dedicada a buscar personas desaparecidas. Un buen día, la propia Sandy desaparece...

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Aunque no suele ser lo habitual en mí, me apetecía leer una novela romántica y la verdad es que esta autora ya la había leído y me había convencido totalmente así que pensé que una obra suya sería una buena opción. Y he acertado, aunque no tengo claro si se podría catalogar esta novela cómo romántica. Yo diría que no.


Nuestra protagonista es Sandy, una mujer que tiene una agencia de personas desaparecidas. Pronto nos explica su vida y cómo encontrar las cosas que desaparecen se convierte en una obsesión hasta convertirlo en su modo de vida. Todo comenzó cuando con 10 años desapareció una compañera de clase sin dejar rastro. Sandy quería saber donde estaba, cómo era posible que hubiera desaparecido y no apareciera por ningún lado. Y eso se extendió a todo. Hasta que finalmente es ella la que desaparece.


La historia me ha parecido súper entretenida y la verdad es que me ha tenido completamente enganchada. Está bastante claro que Sandy es una persona con un problema de obsesión, incapaz de abandonar una búsqueda y de mantener relaciones sentimentales normales, ya sea con amigos, pareja o sus propios padres. Sin embargo es una mujer valiente, sincera y muy leal a su trabajo
El otro personaje principal es Jack, un hombre cuyo hermano desapareció y que contrata a Sandy para que le encuentre pero el día que tienen que verse cara a cara por primera vez después de horas y horas hablando por teléfono, ella no se presenta. Jack comenzará entonces a buscarla sin rendirse y sin ayuda, pues todos los que la conocen saben que ella tiende a desaparecer por temporadas.
La idea de ese lugar al que van a parar todas las cosas que desaparecen me ha parecido súper original y bonita, aunque no deje de ser una situación bastante horrible y desesperante.


Sobre el final diré que me he quedado con ganas de más, con saber más de algunos personajes y ver que pasa con Sandy en el futuro. Es un final cerrado pero que para mí se queda incompleto y ese es el punto negativo que le veo.
La recomiendo siempre y cuando no esperéis encontrar una novela romántica porque no lo es aunque por el título, la sinopsis y la autora lo pueda parecer. Tiene romance, pero no es la parte principal ni la más importante y en realidad ha sido un punto a favor.
Totalmente recomendable.